Su calor también permite una mejor oxigenación de las células, ayudando así a una mejora de la restauración celular y a la estética corporal.

También es utilizada en multitud de hogares por el calor que transmite, para aquellos días de frio intenso en los que el calor es el mejor aliado.

Funcionamiento:

La almohadilla térmica se enchufa en la red eléctrica con el mando en posición de apagado; se regula la potencia deseada mediante el mando incorporado y al poco tiempo la almohada comienza a emitir calor.

El calor es proporcionado por unas termo-resistencias internas provistas de un dispositivo de seguridad que regula automáticamente la temperatura conectando y desconectando la corriente eléctrica a intervalos regulares modulados mediante el mando, por lo que ¡no tendrás que preocuparte en absoluto por quedarte dormido mientras la usas. Por otro lado, cuenta con tres niveles de temperatura.

Las almohadillas eléctricas proporcionan un calor suave, es decir, un calor un poco más elevado que el calor corporal, pero nunca superior a los 38 grados centígrados.

Los beneficios del calor suave son, por un lado, la dilatación los vasos sanguíneos y facilitación la circulación, aliviando la tensión. También contribuye a una recuperación de la movilidad muscular y articular, ya que relaja los músculos y reduce las molestias.

Además, para el uso de la almohadilla, en la zona cervical concretamente, hay que tener especial cuidado de no suministrar una temperatura elevada, ya que puede producir una vasodilatación propia debido al aumento de la temperatura, dando lugar a una bajada de la tensión arterial y llegando a producir mareos.

Características de la Almohadilla cervical eléctrica:

3 rangos de temperatura.

Tamaño: 62x60 cm.

Material almohadilla de vellón.

Potencia: 100W.

Voltaje: 220-240V.

Apagado automático a los 90 minutos.

Protección por sobrecalentamiento.

Lavable a máximo 30º. No introducir en la secadora.